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sábado, 7 de mayo de 2011

El pegajoso suelo de la falsedad

Y a veces también soy un poco como los demás, y me derrumbo, pero sólo a veces. Después me doy cuenta de la realidad, que vivo como vivo por que me gusta vivir así. Que las mentiras se acabaron aquí, que la hipocresía cansa y por eso la esquivo, y que mientras los demás intentan alcanzar la felicidad sin despegar los dedos del pegajoso suelo de la falsedad, yo salto sobre la envidia ajena. Y me deslizo a través de mi propia realidad, paralela, tan diferente. Pues descubrí otro nivel, otro tipo de madurez, que aún les falta alcanzar.

jueves, 14 de abril de 2011


-Jacks, ¿te has planteado que eso del amor verdadero puede ser una conspiración?
- Una conspiración?
- Sí, una conspiración capitalista, una mentira urdida por las industrias del cine, la publicidad y la música, ¡todos vendiéndonos un concepto que nisiquiera existe!
- El amor verdadero no existe?
- Piénsalo bien, donde está si no es en canciones, libros y películas. ¿Quién puede decir sinceramente "siempre te querré"?

miércoles, 13 de abril de 2011

Es algo malo, es algo triste y te arrasa por dentro cuando te sientes obligada a arrepentirte de todo aquello que te ha hecho sonreír, cuando te sientes obligada a repudiar a esa persona que ha conseguido hacerte tán feliz, cuando no puedes sentir nada más que ira y odio por alguien que antes te hacía sentir calidez y pasión.
Es triste, creo que de las peores cosas que he llegado a sentir en la vida, que no han sido pocas, pero lo realmente triste, es mirarle a los ojos, y darte cuenta de que él siente lo mismo.

aquel tren..

Y ahora ya repuesta miro las fotos de aquellos momentos, cierro los ojos para ver los recuerdos que no estan plasmados, increíbles, desgraciadamente irrepetibles, y ¿que hacer? si es cierto eso de que el tren solo pasa una vez, pasa justo delante de tí, y si no lo coges las vías comienzan a desvanecerse para no aparecer más, y bueno, ahora sólo queda aquello, aquel recuerdo, aquella imagen y aquella sensación, aquel aroma, aquella aventura, aquel aquel, ese algo que sólo tubo el tren que pasó aquella vez.

domingo, 10 de abril de 2011

Que alegría más tonta.

Algo cotidiano.

- Que sí, que te entiendo, mejor de lo que piensas.
Que no intentes darme lecciones de algo en lo que soy una experta.
Que sí, que reconozco que pensar en tí mismo es genial, vives por y para ti, sin pensar en nadie más, vives al limite, cuando quieres y por que quieres, y es que ¿a caso hay algo mejor?
pero cuando de verdad te sientes.. no sé, atada a alguien, enamorada, comienzas a cambiar, a verlo de otra manera.
- Yo no cambiaría por nadie.















- Es como mirarme a un espejo, ¿de veras sonaría yo tán hipocrita?
cambias, cambiarás cuando eso pase, es inevitable. Pasará. Por que no puedes ser tán egoista durante toda tu vida, yo, personalmente, no echo de menos en absoluto mi vida anterior.
Si, esa por la que tu pasas ahora, de fiesta en fiesta, acostarte y levantarte en la cama que quieras, por que, cuando empiezas a cambiar por voluntad propia, cuando cambias, no por que nadie te lo pida sino por que piensas; quizá le haga daño si lo hago. O sabes que de ese modo sufriría, dejas de hacer cosas por amor. o simplemente ya ni se te pasa por la cabeza meterte en camas agenas cuando, tienes la de él esperandote todo el tiempo que quieras.
Si, es un cambio, pero a mejor, a muchísimo mejor, sin duda.

sábado, 9 de abril de 2011

A buscar el amor, quizá.


Y con una sonrisa en la cara me dijo mirando a una pareja del parque -Que bonito es el amor.. ¿no?- me llamó la atención esa pregunta, ese no, de antes de terminar la frase, así que presté atención y la seguí escuchando. -Quiero decir, por lo menos desde fuera, parecen enamorados, pero ella no ha vuelto a salir con sus amigas, y él.. bueno, el toca y acaricia a todo lo que puede en cuanto ella se da la vuelta... Entonces decidí pararla y hablar; Bueno, tu eso no lo sabes, ¿acaso los conces?- mi tono se oía redundante, como de alguien que no espera una respuesta a su pregunta, o de alguien que no esperase una respuesta inesperada, como la que dió en ese instante, que ella era su amiga, a la que no había vuelto a ver, que él era su compañero de clase, al que veía tontear con todas en todo momento, y comenzó a preguntarse de nuevo la frase que evocó toda esta conversación, -Entonces el amor... ¿cuándo se supone que es bonito?.
- El amor es bonito cuando estas realmente enamorado, y eres realmente correspondido.
En ese instante me miró, como si hubiese sido la respuesta que llevase esperando toda su vida y que nunca hubiese esperado escuchar, sonrío, y se fué.

jueves, 31 de marzo de 2011

Vacaciones en Roma (1953)

- No sé como despedirme, no encuentro palabras.
-No son necesarias.

Hasta los huesos.

- Sé que es típico pero, ¿serviría de algo si te digese que, nadie va a sentir por ti lo que yo siento?
- Y yo sé que es así pero, ponte en mi lugar, sólo por un momento, lo que tu sientes por mi, es lo que siento yo por ella, no creo que nadie le pueda dar tanto como yo le ofrezco, le bajaría el sol y la luna, se lo daría todo, absolutamente todo- entonces, mientras el bajaba astros para su amor, a ella se le cayó el mundo, eso, y un par de lágrimas, seguidas de un rotundo silencio.

Pues el tiempo seguía avanzando, los días, los meses... La vida transcurría, la de todos, la de ella en cambio; sólo avanzaba a su alrededor. Totalmente estancada, a pesar de su juventud no veía ningún tipo de luz al final del.. ¿tunel? no creo que tunel sea la palabra acertada, los tuneles acaban, llamémosle a esto; agujero negro.

Hasta que un día, uno quizá bueno o quizá malo, regresó.
Como si nada hubiese pasado, y en cierto modo era verdad, en su vida no había pasado nada, nada había cambiado, pero el volvió a tocar en su puerta.
Ella no cabía en si misma de su asombro, asombro y rabia, le explotaban por cada uno de los poros, se extendían por su cuerpo a medida que él le sonreía y trataba de disculpar los errores del pasado, intentaba enmendar su huída tras ver la verdad de la otra chica, tras ver que no era como el esperaba, después de tantos años consiguió ver lo que había tras la máscara y ella, respirando hondo e intentando recuperar su tranquilidad de los últimos años, sin demasiado éxito dijo;
- Dime tu que vas ha hacer o decir si el daño ya está hecho, ahora lo que quiero es olvidarme de ti.¿Que haces aún en mi puerta? ¡Fuera!

martes, 29 de marzo de 2011

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LLámame, pero sin la "LL"

Ese salto lleno de adrenalina que lo significó todo, muchas personas no se hubiesen atrevido a darlo, muchas otras, no se hubiesen asomado al precipicio si quiera, pero tú si, tu eras diferente, y saltaste, conmigo.

Y con los ojos cerrados, sin pensarlo dos veces, caímos presas del deseo, juguémos, sin juzgarnos, ¿por qué limitarnos a ser amigos? pudiendo ser mucho más, aspirando a ser mucho más, anhelando más...

lunes, 28 de marzo de 2011

lo único que separa el llanto de la risa, es la nariz.

Su nariz prominente y su barbilla acentuada, su sonrisa perfecta y ese aroma de fábula del que es imposible escapar, sus ojos clavados en mí, embriagadores, devastadores... Besos a borbotones, alguna que otra lágrima y millones de sonrisas. Entonces, una llamada fugaz que lo estropea todo, esa llamada que, no tiene nada que ver conmigo pero de ella depende mi felicidad, la mía y la de él, que, según pude comprobar no estaban ligadas.
En realidad, me sirvió de mucho que pasara de este modo, rápido y cortante, sin daños colaterales, por lo menos no para él. En realidad, fué mucho mejor así, se acabaron los falsos besos y las caricias plagiadas, se acabó ser la otra, o la de nadie, lo siento, valgo para algo más que para eso, y ahora lo sé.
Sólo me arrepiento de no haberme dado cuenta antes.

sábado, 26 de marzo de 2011

ríndete, olvida el pasado.

Estaba por la avenida, por nuestra avenida, esa en la que nos comimos a besos, esa en la que reímos como nunca y pasabamos el rato abrazados, esta vez caminaba sola, de noche, y las luces de los coches me cegaban, hacían que no viera nada, absolutamente nada, y pensaba; ¡seguro que es él! pero no, mi subconsciente lo sabía muy bien, no lo era, ni era este coche ni los tropecientos veinte que habían pasado antes, ni los tropecientos veinte que pasarían después.